Y Sex and the city al fin!

Durante todos estos años, Sex and the City me ha predicado en cada uno de sus episodios que parte de la supervivencia de una mujer se basa en tener amigas. Ese no es un concepto fácil de asimilar para mí debido a un historial de congéneres femeninas que han quebrantado mi confianza en el pasado (mi pioja no, pero ella es mi hermana). No obstante, de un tiempo a esta parte he tratado de abrir mi mente y dar una oportunidad a esos seres peligrosos “xx” y confieso he tenido estupendos resultados… y que más estupendo que ir al cine con tu prima y súper amiga Marivi a ver Sex and the City 2.
Supongo que es cuestión de familia esas mentiritas blancas de “voy en camino/voy llegando” cuando en realidad todavía se está en pleno debate de vestimenta, a pesar de esa farsa de prima hacia prima y prima hacia prima, nadie espero por nadie pues llegamos al mismo tiempo. Sala 1 totalmente vacía y poder decidir con tranquilidad el asiento perfecto dentro de ese mar de butacas rojas. Una propaganda de película, una propaganda de “haga silencio” y “New York….” Ha empezado la película.
El inicio de la película mostraba los primeros días en New York de una joven Carrie que en lugar de tacones calzaba Converses, obviamente la emoción me invadió, ¡sus pies lucían zapatos como los que yo uso todos los días! Y eso era quizás lo último que faltaba en mi listado mental de cosas por las cuales me identifico con Carrie Bradshaw…
La película continuó y con ella toda una secuencia de acontecimientos geniales que nos entretuvieron de principio a fin. Sé que deben estar pensando que mi subjetividad de fanática está interfiriendo en este comentario y tienen razón; si no amas a Samantha con su jocosa adicción al sexo, a Miranda con su realismo y opiniones cruelmente sinceras, a Charlotte con su insoportable perfección y a Carrie con sus inestabilidades, pues no podrás amar esta película tanto como yo.
y finalizo el post comentándoles que lo escribí al ritmo de unos “taconeos”… si, taconeos que me llevan a plantearme la interrogante de si mi vecina del piso de arriba instaló una academia de modelaje en su departamento. Uno que otro taconeo es soportable, un par de horas seguidas de ellos no; ¿vecina, acaso es realmente necesario que utilices tacones dentro de casa?, es decir, Carrie quien es prácticamente la embajadora mundial de los zapatos de tacón, andaba descalza en su estudio…

P.D: porque las películas de chicas hay que verlas acompañadas de una gran amiga…
Escrito el 18-06-10