Juzguenme por VOL 1: No querer asistir a ese reencuentro...

A lo largo de los años he concebido una idea romántica acerca de los reencuentros. Ese indescriptible momento en el que dos almas que se aman (amor en un amplio sentido de la palabra, es decir, abarcando todos los tipos de amor que existen) están cerca la una de la otra luego de pasado muchísimo tiempo separadas…
Como siempre, mis idealismos se ven ensombrecidos por la contaminación de la realidad… he notado que la mayoría de la gente no comprende ni comparte mi tierno concepto y los reencuentros han pasado a convertirse en completas guachafitas… tal es el caso de un reencuentro al que he sido invitada en estos días…
Y luego de 5 días sin internet, entro a revisar mi facebook y en rojo alarmante veo el aviso de 64 notificaciones nuevas: “X te etiqueto en una foto, Y comento tu foto, X comento tu foto, N comento tu foto, Y volvió a comentar tu foto, X pregunto otra necedad de la foto, M dijo una babosada de la foto, N comento una cursilería que no luce, M puso sonrisita, X volvió a comentar, F pregunto lo mismo que X, todo el abecedario completo excepto A (yo) y S (una de mis mejores amigas) comentó la foto”…
La foto: una de esas donde todos unos muy adolescentes vestimos el uniforme de bachillerato y que con el pasar de los años queremos borrar… El anuncio: un reencuentro de todos los integrantes de la sección con los que compartí la etapa de “camisa beige”… al ver aquello puse mala cara; que necedad e hipocresía pensé… y es que me remonto a esa época en la que todos teníamos “roces” con todos, todos chismeaban y hablaban a las espaldas de todos, todos según temporadas se llevaban mal con todos y pare usted de contar…
Durante dos días me pregunté si yo era la única anormal con ese punto de vista de la situación… hasta que una noche mi mejor amiga se desahogó, “¿Qué clase de ridiculez es esa?, Dios mío, todos nos odiábamos, ¿Para qué hacer un reencuentro?”, reí a carcajadas al tiempo que agregaba a nuestra conversación: y es que, no se les ocurrió mejor sitio que una playa, lugar al que uno asiste con muy poca ropa, para que te miren los defectos adquiridos en estos años y los adicionen a los que ya conocían de ti… BRAVO…
El bachillerato, ese momento en el que estás perdido entre la horrenda pubertad y la inminente adultez… ¿Por qué querer revivirlo?, mas bien me esfuerzo en reprimir esa Angela con una irreverencia casi ilegal hacia el mundo, pintando cada uña de un color diferente acompañadas de peinados muchas veces estrambóticos, escuchando Green Day y Linkin Park, usando ropa que debían ser multadas por fashion police, estudiando demencialmente para entrar a la UCV (objetivo logrado por cierto) y escribiendo diarios intensos y hormonales…
Lo siento, pero no asistiré. Las personas con las que quiero tener contacto de esos tiempos (que afortunadamente no volverán) aun las conservo en mi vida y eso es más que suficiente para mí…
Foto: acomodaba ayer mi closet y casualmente me topé con la camisa rayada…
Foto 2: y cuando sacaba la camisa rayada, cayó la falda y me las medí… ese uniforme me queda mejor actualmente que hace un par de años…
Canción: Don't Stay - Linkin Park... porque no hay una canción ni banda mas acertada para este post...