“Help, I need somebody, Help, not just anybody, Help, you know I need someone, help” y acompañada de esa banda sonora interpretada por The Beatles y cortesía de mi iPod salgo del edificio donde vivo y me mezclo con el mundo real; el firmamento está repleto de nubes grises y las gotas de lluvia caen una tras otra sin cesar; la capucha de mi impermeable azul marino protege mi rostro, en el cual se dibuja una sonrisa ante el pensamiento de que Puerto la Cruz se ha disfrazado de Londres.
Se aproxima un bus, apenas tengo un pie dentro y suenan las estruendosas guitarras eléctricas, “fell in love with a girl, fell in love once and almost completely”, puedo visualizar mentalmente el despeinado cabello del vocalista de The White Stripes… mi cabello debe estar igual, pero en versión larga. El camino al hospital estará lleno de colores y movimientos.
Se supone que este será la primera entrada de “Historias de mi Retina”. Y elegí escribir esto porque simplemente es un deleite para los ojos mirar a puerto la cruz con una atmosfera londinense, la lluvia, las personas huyendo de las gotas que caen del cielo, los pocitos de agua, los limpiaparabrisas activados, el color gris, las bolsas plásticas que cubren cabellos femeninos… algo fuera de lo común en esta ciudad, y amo todo lo fuera de lo común…
Ahora mi adorable impermeable azul marino, guindado dentro de mi baño, escurre el exceso de agua que lo empapó hoy…
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