Ginecologia: la primera guardia de niña Anlle...

Ciertamente empezar este semestre con ginecología1 en la primera rotación no estaba dentro de mis planes; es que se suponía, al menos cuando hice mi solicitud de inscripción, que la primera rotación a la que me enfrentaría sería cirugía1, lo total es que casi siempre nada termina siendo como se planifica, sobretodo cuando estudias en una universidad tan desordenada como la UDO... pero que bueno que en este caso todo salio al revés.
¡Que maravillosa es ginecología!... nunca imaginé que llegaría a tener esa visión sobre esa rama de la medicina ya que siempre había pensado: "ya tengo suficiente con mi sistema reproductor como para estar revisando el de otras...", sin embargo he necesitado dos semanas dentro de esa rotación para que mi visión cambie radicalmente...
y es que me he sentido muy cómoda y con inmensa paz interna estos dias de ginecologia y eso quizás se deba a que todos los ginecólogos constantemente te transmiten mucha alegria y camaraderia, no hay malas caras ni malos tratos y puedes contar con una atmósfera llena de muchisima humildad, cualidades que a veces son muy difíciles de encontrar en médicos con otras especialidades...
Sin lugar a dudas ha sido maravillosa, por lo menos hasta los momentos, todas las experiencias que he vivido en ginecologia1. La foto que les dejo hoy es del sábado de la semana pasada, cuando asistí a mi primera guardia de la carrera. Estaba muy asustada, sin embargo eso no fue problema y pude sumergirme en la genial travesía que me esperaba en el pasillo de "sala de parto".
Entonces, hace una semana miré como un nuevo ser humano venía al mundo, y durante esos angustiantes (para la madre) minutos de parto pude reflexionar dos cosas: 1)Chandler tenia razón, es un milagro bastante asqueroso (jajaja) 2)Si puedes elegir entre un parto y una cesarea, sin dudas, decidete por la cesarea... pero ya en serio y saliendo de la onda sarcástica típica que me caracteriza, fue muy emocionante ver aquello, mis ojos se llenaron de lágrimas las que tuve que contener rapidamente(que raya que un residedente te vea llorar), me sentía muy conmovida pues en ese lugar, a esa hora, yo era testigo del nacimiento de una persona.
Hoy quiero dedicar esta entrada a todos esos lindos bebés que he tenido la grandiosa oportunidad de conocer estas semanas, ustedes pequeñitos lindos simplemente logran aflorar sonrisas y regalan a un lugar tan gris como es el hospital, rayos de esperanzas, alegrias y amor. Amo ginecologia, con sus virtudes y defectos... la amo!