Diciembre: angela la ropavejera miro 2012...

“La basura de algunos, es el tesoro de otros…”, bonita frase que desde niña me ha fascinado y que hoy, para variar, puse en práctica. Mi mamá iba a botar unas cosas que para ella ya no eran importantes o funcionales y como ella textualmente dijo “tenía que preguntarte porque tú eres la ropavejera”, que risa, pero es cierto.
Nunca le he tenido miedo ni vergüenza a adueñarme de muchas de las cosas que algunas personas piensan botar. Eso jamás ha representado un problema para mí, y gracias a ello he adquirido unas cuantas de mis pertenencias actuales, desde unos discos de vinilo hasta unas carteras y franelas que a su antigua dueña ya no les gustaba. Hoy mi mamá se iba a deshacer de una carterita de cosméticos, la que yo utilizaré de cartuchera, un collar todo bohemio que me gustaría asegurarme a mi misma que si lo usaré y un colorete (si, colorete, yo le digo colorete) que siempre es bueno tener… yo soy Angela. Angela, la ropavejera…
Y hablando de trapos y reciclaje y el mundo hoy al fin pude ver 2012. Excelente película, realmente me gustó, me divertí de principio a fin. Sí, me divertí. Es que no puede negarse, la película es muy graciosa, especialmente cuando te empiezas a imaginar a ti mismo en las distintas situaciones imposibles de las cuales de maneras ridículamente maravillosas y milagrosas los protagonistas salían ilesos, porque seamos realistas, es muy difícil conocer un doctor que sepa pilotear (si apenas tienen tiempo para aprender sobre medicina), ni encontraras al monje que te de la cola hasta la súper arca y afrontémoslo, si llegamos a encontrar al monje su hermanito no nos va a permitir entrar clandestinamente a la nave.
Pero, de todas las cosas que me gustaron de la película, el premio mayor se lo lleva John Cusack; fue exquisito verlo en este personaje tan atrayente, al fin, no era John interpretando el mismo papel al que nos tiene acostumbrado de un hombre deprimido, esta vez era un tipo todo obstinado y sarcástico, que no pegaba una, pero que oportunamente el día en que el mundo se acababa su suerte cambio completamente, y lo mejor, ese tipo sabia como manejar.
Resumen: pulgares arriba para 2012, seguramente buscaba asustarnos, pero mejor aun nos hizo reír y divertirnos de principio a fin.
Para aquellas personas que si quedaron traumadas luego de ver 2012: no es falta de sensibilidad de mi parte, es simplemente que entre la histeria colectiva y mi cuñada me han taladrado el cerebro con esa cuestioncita de las predicciones para el 2012, y ni hablar de los fatalistas programas de discovery y natgeo donde siempre toda la humanidad desaparecerá ya sea porque el suelo te traga o un meteorito se estrella contra nosotros, o una estrella se extingue y manda su radiación o una supernova se forma y manda su radiación o lanzan una bomba atómica o que se yo…
Creo que es cuestión de aceptar que hoy o en 4 mil millones de años el mundo se va a acabar, es decir, ya de por si nuestro mundo es viejo, ni hablar de nuestra galaxia y apenas somos un punto dentro de un enorme universo repleto de entidades potencialmente peligrosas… y ya que ando en el tema, en vez de atosigarse por el 2012, preocupémonos más por todo el daño que nosotros mismos hacemos día a día contra el único lugar en el que podemos vivir, nosotros hemos destruido más de lo que un meteorito mal puesto… así que no sean ridículos, vean la película y esta vez disfrútenla.
P.D: reciclen como yo lo hice hoy JOJOJO... (foto)