P.D: TE AMO MUCHISIMO...

Porque los despechos hay que sentirlos profundamente, porque los despechos hay que disfrutarlos, porque los despechos hay que llorarlos a moco suelto, porque los despechos hay que vivirlos con plenitud… porque hoy siento despecho…
Solo podía existir una manera de cerrar con broche de oro lo que ha sido la experiencia de las guardias de cirugia1, solo una manera y esa era con una guardia de 24 horas un día sábado… que emocionada estaba por ello pues admito amar pasar 24 horas internada en el Razetti, claro como “doctora” mas no como paciente… Hoy, con la postguardia no recuerdo bien la cronología exacta de los acontecimientos, es un efecto colateral de estar un día completo sin dormir y descansar no más de 1 hora… así que trataré de regalarles la esencia de la experiencia.
Entonces siempre puntual, a las 6:40 am estaba subiendo las muy angostas escaleras hacia “el palomar”. Hola Alberto, hola Yeni, gracias a Dios no tenían caras de destruidos esta vez, magnifico, si la guardia de ellos no había sido tan movida pues no debía (tan solo en teoría) estar tan concurrida la emergencia a esa hora y quien quitaba, quizás incluso mi guardia no sería tan ruda… pobre e ingenua Angela que no sabía la manera como transcurrirían los hechos del día…
“Muchachas, tomen muestra en observación a dos pacientes…”, y asi Joha y yo tomamos nuestras inyectadoras de 10 y 20 cc, unas maripositas, algodón y tubitos. Angelita no va a tomar esas muestras ¿Por qué?, porque angelita sabe suturar bellísimo (sin modestia aparte) y sacar placentas pero cuando tiene que sacar sangre parece el “escuadrón mete la pata”; sin embargo, Freddy tan oportuno llegó y acompaño a esta dulce niña a tomarle muestra a un señor que no estaba dentro de los pacientes que nos correspondían, ¿y saben qué?, angelita agarró la vena inmediatamente. Me sentí tan emocionada, en un intento y a la inyectadora empezó a entrar sangre. ¡Pulgares arriba para Angelita que tomó una muestra si fallar!
De vuelta a quirofanito, WTF?, ¿Cuando llegó este montón de gente?, ¿Cuánto tiempo estuvimos en observación?, subconsciente a Angela: no mires el reloj… ¿8:15 am y ya esto está así?... “este muchacho consumió cocaína y en su pase creía que tenía una sobredosis y agarró la aguja y empezó a cortarse toda la piel para que saliera la droga, pónganle una sonda” nos dijo la doctora; que risa me causó ese caso, llámenme insensible no me interesa, está bien merecido pues eso le pasa al idiota por estar metiéndose esa porquería, agarra pues para que seas serio… “Angela mete esa sonda y yo te asisto” dijo Panté. Tenía miedo pero luego mi lógica afloro y me dijo: esta drogado, si lo haces mal ni siquiera lo notará… inyectadora con glicerina, sonda y bolsa recolectora, guantes puestos… pulgares arriba para Angela que metió una sonda vesical sin problemas (a excepción de los resbales a causa de la glicerina)…
Mediodía, deja vu. “Busca a trauma que tienen un paciente”… que herida tan preciosa, una de esas donde hay exposición de aponeurosis, vientres musculares, vasos, casi que visualizas el alma del paciente. Me recordó aquel paciente que había suturado 20 dias atrás, trauma dándome mis mejores oportunidades. No anestesia, no gasas, no guantes, no doctor papeaito porque se fue molesto de quirofanito y con razón. Ya empezaba a impacientarme, lo único que quería era ponerle los puntos a esa herida, esa piel abierta me llamaba, me suplicaba que la suturara… a la final encontraron la anestesia, el papeaito regresó y suturó una parte, luego Freddy suturó otra, por cierto IP Velásquez ¿qué hace usted en cirugía? usted está rotando en medicina interna (solo bromeo, yo puedo entender, todos odiamos medicina interna…) y luego me correspondió a mí la piel… Tomé las pinzas y las suturas y como siempre me convertí en alguien más, ¿de dónde sale tanta seguridad en mi misma?; basta decir que esos puntos quedaron bellos. Pulgares arriba para Angela quien suturó bellísimo, pulgares arriba para Freddy también porque fue él quien me enseño a suturar bien, te lo diré claro si no haces postgrado de cirugía desperdiciaras tu talento innato…
Luego llevé al paciente a trauma y ahí ayudé a que le pusieran una férula. “¿usted ya es doctora?” preguntó el paciente y el papeaito le dijo “claro que ya es doctora”. Divirtámonos pensé y le dije: si señor ya soy doctora, yo estoy terminando ahorita el año rural y comienzo con mi postgrado de traumatología en junio, lo que pasa es que me veo joven. Me sorprendí de mentir con tanta naturalidad, y de hecho el papeaito y el otro residente se me quedaron viendo divertidos porque fue tal la seguridad de mis palabras… “ah doctora mi prima es doctora en margarita, es así tímida como usted”, ¿tímida yo? Pensé, “¿tímida ella?, jajaja?” dijo el papeaito… ah broma pues ¿y cómo tu sabes que la Guaira es lejos?, y entre tanta risa y bromas finalizamos el trabajo con el paciente.
Mediodía (fueron varias emergencias que llegaron al mismo tiempo), paciente con intento de autolisis, que término tan ridículo, me parece que con eso quieren tapar el sol con un dedo, hablemos claro: intento de suicidio con campeón… por supuesto el paciente convulsionaba, se hizo pipi y justo cuando iba por el 5to punto de mi paciente, se hizo pupu. Vaya que pude corroborar que tengo un estomago de hierro, la inmundicia no era normal pero aguante como toda una “pro del hardcore”…
Mediodía, mentira, casi las 2pm. Fue lindo ver a mi papa en la sala de espera mirando hacia dentro de emergencias, mirando a su doctorcita en acción… Salí con él hacia la camioneta donde estaba mi mama y la comida, que rico comidita de mi mama… una vez más grito al mundo: ¡que seres tan maravillosos son mis padres!… la comidita estaba deliciosa, en primera razón porque la comida de mi mamá es divina y en segunda razón porque tenía muchísima hambre…
Con la barriga llena baje de nuevo a emergencias, WTF?, esta vez estaba más que segura, había pasado tan solo 15 minutos comiendo, ¿Cuándo había llegado tantos pacientes?... era imposible caminar en quirofanito, además de que es un sitio reducido de tamaño habían 4 pacientes en filita. Claustrofobia. Me pregunto, ¿Qué habrá en trauma? Y de esa manera pasé gran parte de la tarde en trauma viendo fracturas, haciendo una sutura que otra, ayudando a poner férulas, todo tipo tranquilo. Y asi se hicieron las 5:30 pm…
“¿Dónde estabas tú?... estabas perdida… ¿Qué andabas haciendo?... ¿Qué hacías en trauma?”… me gusta trauma punto. Trauma es un lugar tranquilo donde por lo general nada es de vida o muerte, te puedes tomar tu tiempo, pensar y hacer bien las cosas. Me gustan las fracturas, las heridas con salida de huesos y músculos y los tratamientos porque son muy artesanales. Está bien me declaro culpable, dentro del combo de trauma viene incluido el buceo ilimitado del doctor papeaito (todas lo bucean, si yo lo admito, admítanlo ustedes); pero seriamente, trauma me ha fascinado y ya era mi última guardia en cirugía1 así que aprovecharía de aprender también un poco de traumatología.
Las primeras horas de la noche transcurrieron movidas, nunca dejaba de llegar pacientes, siempre había algo que hacer, incluyendo admisiones (como me desagrada hacer historias clínicas)… eran como las 9pm y había hambre: ¡sanduchitos de Joha con Pepsi cola!, es increíble como una comida tan simple puede ser tan representativa para mí, y el pollo de Iván José, china te sacaste la lotería con ese novio tuyo, ese pollo guisado es uno de los más sabrosos que he probado, tanto así que estaba comiéndolo con arroz a esa hora de la noche…
Siguió la noche, uno que otro paciente, más pacientes, un tiempo libre para tomarnos fotitos, uno que otro paciente. Paciente de trauma, me voy a trauma, descubrí una herida abierta que nadie le había visto al paciente. Férula. Otro paciente para trauma: hora de enyesar, al fin, ¡me encanto!, podría pasar todo un día suturando y enyesando. Trauma cerró sus puertas. Otra vez quirofanito, ¿UNA ADMISION, A ESTA HORA? ¡NO ME JODAS!, Angela de muy malhumor. Angela se fue al palomar. Daba igual ya eran casi las 6am. “Bajen a ver algo increíble”, que pintoresca manera de comenzar el día viendo un hombre que accidentalmente se disparó con una escopeta y se voló todo el maxilar inferior, es decir, la boca era solo el cielo y la lengua que guindaba porque no tenía donde apoyarse…
Esas cosas que tengo que comentar: gracias Aníbal por sacarme la sangre a la medianoche, creo que has sido la única persona con quien no me he puesto tan dramática y me ha dolido menos la aguja. Doctor N. de cirugía ¿Cuál es el abuso pues? (risas), ¿qué es eso de estar mirando mi cuello, ah, ah? (risas), y para colmo insinúas que tengo un chupón (risas); te juzgue antes de conocerte, mi error.
Fui la ultima en irme de emergencias, entregando la guardia a las 7:30am. “¿qué haces todavía acá?” me preguntó cariñosamente cinta negra y el emergenciologo le dijo: “¿qué te crees?, ella no es como ustedes, ella si llega temprano, hace cosas, trabaja, ayuda, pone yesos y además se va mas tarde, aprende a ella”, no lo niego aumentó mi autoestima… bueno doctor es que este ya es mi otro hogar, que pasen buen día y así me despedí hoy…
Que bonita experiencia fue para mí las guardias de cirugía 1. Aun recuerdo lo reacia y cautelosa que me mostraba ante ellas, y ahora mírenme, llorando porque han terminado… ¿cómo no sentirme melancólica?:
1) Por mis compañeros en estas guardias, Vicky, Joha, China, Dayana, Cristina, Esther, Pante, ustedes representaron una familia para mí; estuvimos juntos enfrentando las buenas, las malas, las peores, las fáciles, las difíciles, las divertidas, las tristes… Dormimos, amanecimos, comimos y bromeamos juntos. Nos escuchamos nuestros ronquidos, nos vimos babeados, despeinados, hinchados. Y lo más importante, nos apoyamos entre nosotros en todo momento, ayudándonos, compartiendo nuestros conocimientos y así sobrevivir. A todos los quiero por igual pero debo hacer dos agradecimientos especiales: a ti china por enseñarme, tenerme paciencia y cariñosamente incentivarme a hacer las cosas y a ti Joha por tus sanduchitos y por ser mi fiel acompañante en los quirófanos y en los paseos por emergencia.
2) Por mis residentes. Los R2 mas chéveres del postgrado de cirugía, quienes nos trataron siempre de maravilla, mostrándonos mucha camaradería y simpatía. Gracias Doctor A. por ser tan amistoso conmigo desde el primer momento, me llena muchísimo que recuerdes mi nombre y siempre me saludes en los pasillos, mira que además de paisanos casi vecinos somos y para rematar soy la hermanita de aquel con quien hacías guerras de mango en la gallera (risas). Al doctor L. no te voy a decir mi segundo nombre no (risas).
3) Por los otros residentes. Al doctor más papeaito de todos, también te agradezco haberme tratado chévere desde el primer momento y siempre que me ves por ahí. No quisiera alimentar tu ego pero de ti se me contagio una que otra cualidad, sobretodo esa de mostrar más carácter al mundo, tal como tú, cuando mi temperamento ataca, con bastante autocontrol, reclamo y digo lo que pienso claramente. También aprendí a no ser sutil todo el tiempo y me doy el lujo de ser eventualmente tosca, aunque esa creo que es generalizada a trauma. Acotación, fuiste un colirio para mis ojos (no solo para los míos, pero yo si admito mis barrancos), porque aunque no eres mi tipo, no voy a negar que estas bien chévere y tu personalidad tan acida e inalterada te da cierto encanto.
4) Abad, príncipe azul, los residentes de neurocirugías, el residente de cirugía alto y rechoncho que parece un osito de peluche que provoca abrazar todo el día, el residente de cirugía N., al R3 y R1 de trauma, Arcia, las enfermeras, los enfermeros, las muchachas del laboratorio, Poyer, las residentes de anestesiología… gracias por estar por ahí…
Creo que ahora si puedo decir que te amo, de hecho, desde hace un par de meses atrás y sabes y te dije que nuestro anillo de compromisos fue cuando compre el estetoscopio, creo que comprando algo que usare en mis días contigo es la mejor forma de demostrarte que estoy emparentada a ti y que estoy dispuesta a que pasemos la vida juntas. Te amo medicina.