martes

En resumen...


“Te estás equivocando, no puedes seguir inventando… que el mundo sea otra cosa y volar como mariposa…”, ¡oh mística y alocada canción de Vicky Cristina Barcelona!, que oportuna tu letra, la misma que tarareo mentalmente desde que suena en mi iPod desde hace unos días... equivocarse, inventar, volar como mariposa… que conste no he tomado ninguna sustancia psicotrópica… concentrémonos, recapitulemos que ha pasado en estos días…
Miércoles 24: era una mañana común de febrero, el pasillo de las consultas de las Garzas estaba abarrotado de pacientes. Obedientes esperábamos a nuestro tutor para entrar a consulta (por lo menos yo esperaba eso ya que me correspondía ese día), a lo lejos disipe al doctor, pero ¿qué le sucede?, ¡oh por dios está mutando!, mi tutor es HULK y entonces: “¡¿QUE HACEN AQUÍ?!”… ay no me jodas, otro miércoles con uno de tus melodramas pensé, pero nada me preparó para lo siguiente: “¿TU QUÉ TE CREES?, ¡TU A MI NO ME VAS A MANIPULAR, ¿DONDE ESTÁ TU PACIENTE?, ¿QUE ESTAS ESPERANDO PARA BUSCARTE UNO? ¿TU CREES QUE YO NO NOTO LO QUE TU HACES?!”. Atónita al igual que la muchedumbre miré aquella escena; nunca imaginé que mi tutor le gritaría a ese personaje, pero así fue y un solo pensamiento corrió por mi mente, me lo reservare esta vez.
Pijamada en el Razetti’s hospital, a pesar de que suponía seria una guardia monótona, me sentía entusiasmada, creo que eso sucede cuando uno se enamora de algo. La noche iniciaba con nada en especial, excepto por el atleta herido (quien ya estaba ahí cuando llegué), un paciente bonito para variar (cuestión que cae muy pero muy bien). Como no había nada que hacer me planté a parlotear con él y con su entrenadora; que natural afloraron mis dotes semiológicos: ¿y que hacías cuando te pasó eso?, ah es que eres patinador, ¿y te duele mucho?, pero ¿te sientes mejor?; Pero al poco tiempo se fueron.
Bostezo, tic tac, Ma. Venezuela y yo chismeando sobre un “asunto”, tic tac, bostezo, las muchachas hablábamos sobre cabelleras, tic tac, bostezo, ya en quirofanito estaba a punto de rodar una de esas pajas que pasan en el lejano oeste cuando repentinamente “¡viene un herido de la cárcel, viene grave, prepárense!” shin shin shin, todas nos miramos… venia tan herido el paciente que dejó escapar su último suspiro ahí en medio de la emergencia… tic tac, bostezo, tic tac, hora de sacar sangre, quería hacerme una hematología, así que tras el típico drama que armo cuando se me acercan las agujas pudieron llenarme 2 tubitos y los resultados estarían a las 3am…
Medianoche, apendicetomía en el piso 5 ¡allá voy! Esta vez operaban los R2 mas chéveres que tiene el postgrado de cirugía así que la atmosfera del quirófano rebosaba de buenas vibras y simpatía. Salí hambrienta de la cirugía (que efecto tan curioso), subimos a comer y más atrás llegaron los R2 quienes devoraron en cuestión de minutos parte de la crema de atún que muy amablemente mi ahijada mariana me mandó… estaba tan sabrosa… estoy segura que los R2 opinan lo mismo…
Por supuesto, luego de un refrigerio de madrugadita necesitaba un descansito de 15 minutos el cual inicie al echarme en uno de los sofás… “tú eres Angela, ¿Angela qué?” Preguntó el R2 no cumanés. Millán, respondí. “No, dime tu segundo nombre…”, me tomó desprevenida, miren de lo que se había acordado este individuo, de mi segundo nombre, chismoso, todo porque inocentemente lo puse en mi hoja de guardia… no te lo diré le aclaré. Y de esa forma empezó una importuna insistencia “dime, pero dime…” esas curiosidades en torno a mi nombre me causan risa la mayoría del tiempo, ¿pero sabes que no me causa risa? Que interrumpan mi descanso de 15 minutos en el sofá…
3 am, los resultados de mi hematología y química sanguínea están listos… la glicemia perfecta, ¡maravilloso! Puedo seguir reforzando mi adicción al tris tras de fresa. Mi conteo de células blancas… el horror… todo estaba mal. Angela modo hipocondriaca… estoy preocupada… muy preocupada…
Ya casi amaneciendo llegó otra emergencia que prefiero no detallar por la detestable manera como fue manejada. Necesitaba respirar aire fresco y oxigenar mi cerebro que ardía de rabia por todo lo acontecido en quirofanito, asi que fui a donde estacionan las ambulancias y de repente empezó a llorar una señora, lloraba desesperada, creo que su hijo había muerto… no fue una manera agradable de empezar el día, los ojos se me aguaron, el dolor del llanto de la señora me afectó, pensé en muchísimas cosas, reflexioné mientras contenía el nudo de mi garganta.
Jueves 25: post guardia… dormir toda la tarde toda la noche, dormir, dormir…
Viernes 26: al fin, al fin. Era hora de dejar las Garzas. ¡Regresar al Razetti! Asistimos a la revista y luego nos fuimos… no quiero ser malagradecida, de verdad las Garzas fue una linda experiencia por los pacientes, los doctores, los enfermeros, es decir, gracias a todas las personas que no son mi tutor…
Lunes 01-03g: interrogatorio de cirugía. Estrés, ansiedad y pánico. Solo tenía 2 deseos para ese día en el hospital y ya los puedo compartir con ustedes porque se cumplieron.
Deseo número 1: aprobar mi parcial de cirugía. Qué locura fue ese interrogatorio, el mas bizarro que he presentado hasta ahora; entramos 5 estudiantes pero el doctor se concentró solo en dos… las restantes vimos como las acribilló, aunque vuelvo y repito el 75% de las preguntas que les hizo yo las sabia… luego quedamos 3 y respondíamos, una que otra no la sabíamos y así he descrito esa experiencia de manera sencilla cuando en realidad fue muy tensa, el doctor que teníamos de jurado era hiperactivo y hablaba muy alto por su aparente sordera y aunado a eso tenía exageradas expresiones faciales… el alega haberse esforzado en hacernos sentir relajadas con aquello… no lo logró, más bien diría que consiguió cohibirnos más. Y sí, sí aprobé.
Deseo número2: tener mi encuentro de 3er tipo. Se hizo realidad. Pero no me dio ni frio ni calor…
HACE DIAS QUE ESCRIBI ESTO, NO HABIA TENIDO LA OPORTUNIDAD DE PUBLICARLO...

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