Tipo Deja vu...

“El crecimiento del bebe… entonces la relación talla-edad… las manchas mongólicas…”, esto tiene que ser un deja vu pensaba a medida que escuchaba la clase de puericultura, perdón, la clase de pediatría. Que pesadilla, otra vez las clases son seminarios desarrollados por nosotros los estudiantes, una cuestión totalmente antipedagógica y que empeora gracias a la hora durante la que se imparte la asignatura: el mediodía…
Pero mucho antes del mediodía, a eso de las 8 am me enteraba que ese complicadísimo listado de tutores publicado ayer lo habían modificado (que simpático). Fui de nuevo a revisarme y seguía con la misma tutora, solo que mis compañeros habían sido rodados y ahora estaba con gente que ni remotamente conocía… gente que poco a poco fue apareciendo (porque nadie sabía esos cambios del listado, una vez más, que simpática situación)…
La tutora llegó y empezó nuestra práctica en el consultorio 5. La doctora me agradó, es todo un personaje que combina un toque de locura ocurrente con ciertas chispas de tosquedad hilarante. Atendió 6 pacientes que venían por control, me gusto como interactuó con los niños y con sus madres. Luego nos explicó unas cuantas cositas, aprendí que pujo y esfuerzo no es lo mismo, nos mando a leer “porque sé que no pueden memorizar algo de un día para otro” y exigió a una compañera que no fuera mañana “porque hija, mañana operan a tu mama, tómese mañana el día, punto”. Entonces, hoy estoy tirando a la basura todos los rumores que la etiquetaban y empiezo a construir mi propia opinión sobre ella que hasta ahora se lleva unos cuantos pulgares arriba.
De nuevo al mediodía (11-12), me sentaba en el último pupitre a escuchar el seminario; desde ahí me distraje unos minutos mirando lo irrespetuosas que son estas dos muchachitas ridículas (que casualmente son amigas de un amigo que quiero mucho) no solo chateando vía BB sino hablando entre ellas como si estuvieran en su casa, que falta de respeto, que niñas tan insoportables y groseras, no tienen ni el más mínimo respeto hacia los demás, creen que están en la cúspide cuando en realidad hijas mías casi nadie les tiene aprecio, por eso andan ustedes dos solas…
Para las 12 ya había tenido suficiente pediatría por un día, así que era hora de un paseo rápido por el hospital. Subí a 4to piso, hablé con Marivi un rato, luego me dejo hablando sola (mentira, ella tenía clase) y decidí irme. Bajaba las escaleras cuando alcé la vista y cerca de los ascensores estaba marmolito. Hoy lucia como más me agrada tipo muñequito de torta caraqueño, con su bata blanca y su corbata; me miró y casi de inmediato me sonrió (su sonrisa caraqueña es algo irresistible, a decir verdad todo lo made in ccs), sonreí de vuelta y como esta vez estaba ocupado con otro doctor hasta ahí llego el saludo (que risa lo de ayer). Pienso que esa parte de piso 3 deberían bautizarla como “el metro cuadrado de Angela y marmolito”, pienso también que si marmolito se tropieza un día con este blog va a sonreír demasiado, pienso también que una lectora de este blog piensa que marmolito menor no es irresistible en cambio marmolito mayor si lo es (te acuso a ti Yenifer Yanali)…