Esto fue escrito el lunes 31-05-10...
Mi habitual caminata desde el pasillo principal del Razetti hacia el pediátrico me sirvió hoy para sumergirme en mis pensamientos. Comencé preguntándome mentalmente como seria la nueva tutora con la que tendría que lidiar y cuál era la finalidad de rotar tutores a mitad de la pasantía. Paso tras paso, llegué a la encrucijada de las escaleras, ¿subir o bajar?, tenía suficientes minutos para subir a forzar el destino y encontrarme con… con nadie que anhele tanto un encuentro como yo. Ya en sótano, me acercaba al túnel comunicante (Razetti–pediátrico) fantaseando con… con ese alguien que seguro no fantasea conmigo…
También caminando y quizás incluso fantaseando arribó la doctora y nos dirigimos a escuchar la revista en la emergencia del pediátrico... ¿escuchar?, la residente hablaba en un tono muy bajo que se opacaba por los incesantes llantos de los niños hospitalizados... “58 días de nacida y es alimentada con harina y leche entera”, dios bendito ¿acaso escuche bien? pensé, al tiempo que trataba de mostrarme inexpresiva siguiendo las normas éticas dictadas por Miranda en aquel capitulo de Grey’s Anatomy…
Cambio de residente, se iba la despampanante que sinceramente no puedo evitar bucear y era reemplazada por esta individuo… “debe ser una clamidia doctora” dijo la residente y mi ceja se elevó al tiempo que reflexionaba, ¿acaso la precocidad en nuestro país ha llegado a tal punto que atribuimos el flujo vaginal de una niña de 11 años a un microorganismo de contagio sexual antes de descartar un flujo premenarquico?… precocidad o no, la doctora parece haberse conectado a mi pensamiento y “¿qué?, búscame otras causas, no estoy de acuerdo con la clamidia…”
“Entonces, quiero una historia para el miércoles, preparen asma y bronquiolitis y a las 7:30am hagan las evoluciones en observación… esa será la dinámica, nos vemos el miércoles…”; mientras salía del pequeño salón pensaba en lo rápido que habían pasado los años, tan aceleradamente que de alguna manera que no podía entender ni recordar me había convertido en residente del postgrado de pediatría del hospital, porque sinceramente eso es exactamente en lo que me convierte esa dinámica…
Caminaba de nuevo hacia el Razetti pensando que no iba ni mediodía del lunes cuando ya quería que fuese viernes. Ahora de subida en búsqueda de chicle para mascar recordaba que de niña elegía jugar a la casita porque era divertido y ahora de “adulta” me obligan a jugar a la R1 de pediatría y eso no me divierte…. bajando de nuevo (cualquiera pensaría que me ejercito) vislumbro a lo lejos a marmolito, ¿a lo lejos?, ah lo que pasa es que su “enanismo” me hace confundirlo con un punto a la lejanía… ¡hijo suelta ese blackberry! exclamé mientras doblaba en la curva de las escaleras, alcé la vista y se me chispoteó una risita odiosa porque sinceramente su expresión no tenia precio. Marmolito es que ahora te siento como un hermanito a quien hacer molestar.
Y como siempre, utilicé mi tiempo en la teoría para soñar despierta con… si, con mi amigo, lo admito, porque soy una debilucha y no puedo evitar tenerte de residente perenne en mi mente, y por favor que eso no suene cursi porque no lo es. Que suene básico, placentero y reconfortante porque así es como te ansío, porque así me atraes, porque así me llenas, básico, placentero y reconfortante, porque así te veo.
Y en la tarde… es mejor no arruinar el escrito… y en la noche… esperando que la luz regrese para poder ver Grey’s anatomy….
Foto: porque eso es lo que llevo en mi bolso ahora que soy la "R1 de pediatria"... o.O
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