Semana de locos parte II: La caravana a "medias" de Marivi!

No pudo ser más oportuna la emisora de radio que pasaba la canción “mil copas” de Malanga justo cuando nos enfilábamos en la caravana de término de materias de Marivi… ella subía el volumen y cantábamos a todo pulmón “y es que nos faltan muchas copas por beber, brindaremos una y otra vez, por eso cuando salga el sol en el amanecer, faltaran mil copas por beber”…
Obviamente, para llegar a ese momento descrito anteriormente, su protagonista Angela tendría que enfrentarse a muchísimas dificultades. La primera de ellas era esperar a que Benito (personaje de quien les hablare en algún “post posterior”) se cansara de torturarnos y nos dejara en libertad, hecho que sucedió no antes de las 11:55am justo cuando la ciudad estaba en la máxima congestión de colas interminables que no solo se debían a la “hora pico” (que en Pto la Cruz es eterna) sino a la “eficaz” logística propia de este país que deciden arreglar calles a las horas mas insólitas…
Y así pasé 45 minutos atascada en un autobús acompañada por supuesto de un clima caluroso “infierno”, seguido de un trasbordo, 10 minutos en otro autobús y finalmente me bajaba en la UDO. Afortunadamente el recorrido de los graduandos no iniciaba aun; a pasito veloz me dirigí al auditórium el cual estaba repleto de los nuevos médicos, sus familiares sobreexcitados y un montón de emociones indescriptibles…
Una vez terminado el acto en el auditórium, empezó el desenfreno… los graduandos y todos quienes los acompañábamos iniciábamos el clásico recorrido por la universidad; un recorrido muy significativo durante el que seguramente el mar de recuerdos de 7 años de carrera se fundían junto a la alegre melodía del grupo de samba que animaba la caminata… y en medio del sonido de los tambores, Freddy Elías preguntaba: “y en este campus… ¿no venden cervezas?”… no pude evitar soltar una carcajada…
El paseo por el “campus” finalizaba abriéndole paso a la caravana in situ… abordamos el carro en el cual pasearíamos por las calles de Puerto la cruz con nuestra graduanda. Los vidrios de cada automóvil proferían distintas consignas que iban desde el común “soy médico” hasta el ridículo “my bff es médico”, una u otra, tenían un fin común: expresar al mundo todo el orgullo que implica graduarse de medico…
Fue una tarde especial además de, como diría mi nuevo amigo que no se llama Eduardo, una tarde llena de actividades a la mitad. Estuvimos en la caravana a medias, fuimos al paseo colon a medias, me contaron un secreto a medias, comimos a medias, descansamos a medias, bailamos a medias, tomaron cerveza caliente a medias, volvimos al paseo colon en la noche a medias. No obstante, mi pánico de morir debido a la horrible forma de conducir de mi primo y la diversión que tuve en compañía de estos seres ESPACIALES no fue ni remotamente a medias…
Mi prima es médico. ¡Qué frase tan increíble, tan emocionante, tan significativa!... mi prima con quien conviví parte de mi niñez, parte de mi pubertad, parte de mi adultez… mi prima quien es una de las personas mas importantes de mi vida… mi prima con quien comparto tantas cosas… con mucho orgullo exclamo al mundo: ¡MI PRIMA ES MÉDICO! Y con mucha seguridad afirmo que será una gran doctora… Marivi, ¡te quiero un mundo!, ¡muchísimas felicidades!...
Es que sinceramente, terminar una carrera de 7 años no es fácil, superar los obstáculos, caerse y levantarse es algo que merece mucho ímpetu y fortaleza… y ustedes lo han logrado. Muchísimas felicidades a estos nuevos médicos: Dra. Marivi, Dr. Freddy, Dr. Jesús (J, ¿creías que no tendrías un pedacito en este post?).
P.D: recuerden las consultas gratis para mí (ya J me lo prometió)…