domingo

#26 Yo voté, y tu?

El sufragio es algo que disfruto de principio a fin. Los días de voto despierto espontáneamente temprano, casi como si mi reloj biológico estuviese adaptado para dicha actividad. Desayuno, porque es importante que las reservas de glucosa de mi cerebro no me fallen. Me visto, siempre con algún color esperanzador. Y espero, más o menos a las 9am cuando mi papá me dice para ir a la institución donde ejercemos nuestro voto (mi mamá prefiere el mediodía).
Hoy 26 de septiembre me desperté muy temprano, revisé mi teléfono y en buzón de entrada me esperaba un mensaje de texto que me hizo sonreír (¿mucha información?). Desayuné rico. Me vestí con franela blanca que representa PAZ no Acción Democrática (aunque prefiero pasar por adeca que por chavista… prefiero pasar por casi cualquier barbarie antes que Chavista). Mi mamá se nos unió hoy, así que a eso de las 9 y alguito de la mañana estábamos encaminándonos al colegio donde votamos… cruzando la calle…
Me gusta hacer la cola, es un momento perfecto para observar a las personas. Están los que no dejan de parlotear, los que se comen las uñas, los que se quejan del calor al tiempo que se echan fresco, los que llevan al muchachito malcriado, el que llega borracho, las mamacitas, los “latin lover” que hablan como si las cuerdas vocales las tuviesen en el tórax. Me entretengo muchísimo esperando mi turno, sobretodo días como hoy que lo hice en la sombrita…
Pasada media hora más o menos llegó mi momento de entregar la cédula. Hoy la señora de la mesa me subió el autoestima preguntándome “¿es la primera vez que votas verdad?”, que maravilla, aun no parezco una anciana pensé. Mi sonrisa y buen humor iban en crescendo. Pasada esa primera etapa, llegué a donde estaba el chamo que acciona la maquina, “¿sabes cómo votar o quieres que te explique?”, siempre Angela muy amable se limitó a: tranquilo, yo estudié bastante. “¡Tienes 20 puntos!” bromeó; no, tendré 20 puntos cuando termine de votar respondí.
Apretar, apretar, apretar, apretar, apretar, apretar. Votar. Ñiiiii (papelito saliendo). Arranqué el voto, lo revisé por 10 segundos (bah, que la gente se esperara, las cosas hay que hacerlas bien), lo doble y con la esperanza en niveles muy altos la introduje en la caja. Caminé a meter mi flaquito en la tinta. Siempre causo caos en ese momento, salpico a la gente, o me salpico yo, o digo alguna tontería. Hoy metí todo el meñique y me quede ahí plantada hasta que el señor me dijo: “hija, eso es un poquito”. Yo sonreí nerviosa y le dije: si pero yo quiero que quede bien claro que si voté.
Votar no tiene porque ser una obligación aburrida, disfruta de TU derecho. ¡Vota!, por ti, por tu familia, por tu futuro, por mantener la libertad que tanto lucharon nuestros próceres en alcanzar. Yo ya cumplí, es tu turno…
Canción: Believe - The Bravery...
"And I need something more
To keep on breathing for
So give me something to believe"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, mucha información ;)