No eran alfajores...

Toda mi vida he tenido una destreza refleja para descubrir mentiras, secretos y sorpresas. Algo involuntario la mayoría de las veces, coincidencias entre mi observación nata y descuidos en los elaborados disimulos de muchas personas. No me gusta, sin embargo, me he acostumbrado y aprendido a poner cara de sobrecogida ante lo que ya me había enterado que vendría.
Hoy me darían una sorpresa. Una persona “secreta” me avisaba de la llegada a Cumaná de un paquete única y exclusivamente para mí. No me des pistas, quiero que sea una sorpresa hasta el final, le pedí ayer, petición a la que accedió. Empezaron a pasar las horas y mi ansiedad aparecía como respuesta ante la implacable incertidumbre. Me rehusé a debatir conmigo misma que contenía aquel paquete que kilometro tras kilometro se acercaba mas a mí.
El lento transcurso de la mañana y el calor exacerbaba mas mi agitación, no importaba que fuese aquel envío, lo quería en mis manos ya. “Son unos alfajores” me dijo poco antes del mediodía y yo sentí como mi corazón se hizo añicos. ¿Por qué me había revelado el misterio?, no era justo y más que eso, era difícil de creer proveniente de alguien tan detallista como esa persona secreta…
Arribo la tarde y yo esperaba que me entregaran en mis manos mi sorpresa. Imagine que el sobre estaría abultado en alguna de sus partes por culpa de los alfajores. “Tome, ponga su nombre, apellido y cedula aquí y ya”, el asombro y emoción volvieron a mi al ver que mi sobre era totalmente delgado…
Los alfajores fueron una cortina de humo, un falso anzuelo que alegremente admito mordí. Todo ese tiempo me mantuvo engañada para que, cuando abriera aquel sobre y me encontrara con el verdadero regalo, mi alegría se elevara a la enésima potencia.
Resumen: una de las mejores sorpresas de mi vida…
Canción: Dreaming of you - The Coral porque si...